Los protectores auditivos o tapones para los oídos están diseñados para proteger los oídos ante diferentes agresiones externas como el agua y el ruido.
Se realizan de manera individualizada para que se adapten a los conductos auditivos de cada persona y son una ayuda imprescindible para mantener a salvo la salud auditiva de toda la familia.
Tapones antirruido. Disminuyen la presión sonora excesiva que sufren nuestros oídos y previenen la pérdida auditiva.
Hoy en día estamos expuestos a altos niveles de ruido: tráfico, actividades industriales, conciertos de música, discotecas etc… que hacen que nuestro stress aumente.
El ruido elevado y prolongado en el tiempo puede provocar la pérdida de audición precoz y la aparición de problemas auditivos como los acúfenos.
Tapones de baño. Los tapones a medida para el baño están realizados con materiales hipoalergénicos y se ajustan perfectamente a los conductos auditivos evitando que el agua pueda acceder al interior.
Los baños en piscinas, ríos o en el mar, facilitan que el agua acceda a los oídos a través de los conductos auditivos, si éstos no se secan convenientemente, el calor y la oscuridad de esta zona se convierte en un lugar ideal para la proliferación de bacterias que pueden provocar una infección en la zona.